Porsche 911 Carrera RS 2.7: un deportivo de leyenda

Porsche 911 Carrera RS 2.7

Desde México, José Miguel Suárez, periodista del motor y creador de contenidos, ha atendido la propuesta de ‘Mobilitynews’ para platicarnos sobre su coche clásico favorito: el Porsche 911 Carrera RS 2.7 de 1972, “un símbolo de innovación, pasión y excelencia, el balance perfecto entre deportividad y elegancia”.

Desde sus inicios, el Porsche 911 Carrera RS 2.7 se ganó el corazón de los aficionados al automovilismo por su diseño icónico y rendimiento sin igual. Voy a contarles por qué este clásico es mi favorito.

Es impresionante cómo este auto logra moverme por completo. Cada línea, cada curva, todo en este vehículo me hace reflexionar sobre cómo podemos crear lazos emocionales tan profundos con algo que mucha gente podría ver como cuatro ruedas y metal.

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La primera vez que vi un Porsche 911 Carrera RS 2.7 fue en el Festival de la Velocidad de Goodwood de 2018, durante la conmemoración del 70º aniversario de la firma alemana. Lo recuerdo como si fuera ayer: el rugido de su motor bóxer de seis cilindros, lleno de vida, casi como si sufriera por no poder correr. Ese olor distintivo de la gasolina quemada, tan único en ciertos clásicos, me transportó a otra época. La cola de pato y ese cuerpo totalmente diferente queriendo dar a entender que no es sólo un Porsche, sino que es prácticamente el papá de los pollitos de los Porsche de competición homologados para calle, una auténtica leyenda.

cola de pato de dos Porsche
La ‘cola de pato’ o ‘entenbürzel’ identificaba a este icónico modelo de Porsche.

El coche de producción alemán más rápido en su época

Pero, realmente, la historia del Porsche 911 Carrera RS 2.7 comenzó hace más de medio siglo. El fabricante germano quería ofrecer un auto que pudiera tener una conexión cruda entre máquina y conductor. Y para ello se sirvieron de ingenieros como Hermann Burst y Tilman Brodbeck, quienes se plantearon concebir un deportivo para homologarlo en competición. De esta manera, sería apto para la carretera y, cuando su propietario así lo quisiera, también para correr en circuitos o rallies con el fin de sacarle el máximo provecho a su enorme potencial.

Algo que hizo que entre los porchistas distinguieran un 911 normal de un Carrera RS era su alerón en forma de cola de pato o entenbürzel. Este fue el primer 911 que tenía un spoiler delantero y uno trasero. Pero, además, se distinguía por el ser el coche de producción alemán más rápido en aquellos años, ya que cuando estaba en etapa de desarrollo su destino era ser un coche de competición.

El Porsche 911 Carrera RS 2.7 se presentó el 5 de octubre de 1972 en el Salón del Automóvil de París y sólo se iban a producir 500 unidades. Pero, sorprendentemente, a finales de noviembre de aquel año se habían vendido todas. Así que, viendo el éxito obtenido, Porsche amplió la producción y alcanzó las 1.580 unidades en julio de 1973, lo cual posibilitó que fuese homologado dentro del Grupo 3. De aquellas 1.580 unidades:

  • 17 unidades fueron la versión base.
  • 1.308 unidades correspondieron a la versión Touring (pack opcional M472).
  • 200 unidades se comercializaron como versión aligerada Sport (pack opcional M471).
  • Y 55 unidades se destinaron a la competición.

Hans Mezger: el ‘padre’ del motor bóxer de seis cilindros

Cuando escuches que alguien comenta que un Porsche tiene un Mezger engine, ten en cuenta que se refiere a una leyenda. El corazón del Porsche 911 Carrera RS 2.7, diseñado por el legendario Hans Mezger, marcó un antes y un después en la ingeniería automotriz. Pero Mezger no sólo creó el motor bóxer de seis cilindros de este 911. También fue el genio detrás del Porsche 917 que dominó en Le Mans y del motor TAG Turbo de Fórmula 1.

En el caso del 911 Carrera RS 2.7, su propulsor generaba una potencia de 210 CV a 6.300 rpm y un par máximo de 255 Nm a 5.100 vueltas. Con aquella motorización, el Porsche aceleraba de 0 a 100 km/h en sólo 5,8 segundos y sobrepasaba los 245 km/h. Aquello era el reflejo del gran trabajo de los ingenieros de Porsche, quienes lograron el balance perfecto entre peso, aerodinámica, mecánica y, sobre todo, estabilidad. Personalmente, creo que fueron unos brujos por haber logrado que un auto con propulsión trasera fuese tan estable.

Motor del Porsche 911 Carrera RS
Con una potencia de 210 CV, el motor permitirá sobrepasar los 245 km/h.

Porsche 911 Carrera RS 2.7: un auto destinado a ser eterno

Sin duda, el Porsche 911 Carrera RS 2.7 nos dejó un gran legado, ya que gracias a él nacieron las siglas RS de rennsport (competición, en alemán). Mi coche clásico favorito no es sólo un auto: es un símbolo de innovación, pasión y excelencia, el balance perfecto entre deportividad y elegancia. Y su legado sigue vivo, recordándonos que en el mundo del automovilismo, algunos autos están destinados a ser eternos.

27 de enero de 2025. Por José Miguel Suárez. Fotos: Porsche.

Porsche 911 Carrera RS 2.7 de 1972
Desde cualquier ángulo, el 911 Carrera RS 2.7 de 1972 luce un aspecto imponente.