El escritor e historiador Ángel Campos, autor de los libros ‘Los preparadores catalanes de los años sesenta y setenta’ y ‘La historia desconocida del Circuito de Pedralbes’, nos comparte su coche clásico favorito y el que fuese su primer automóvil: el Goggomobil T-350. ¡Buena lectura!
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Pero…, ¡¿un Goggomobil como clásico favorito?! ¿Y los Pegaso Z-102, Hispano-Suiza H6, Ferrari Testarossa y tantos otros…? Pues, evidentemente, deben reposar en el Olimpo de los clásicos; ahora, para mí, es hora de recordar aquel primer automóvil que tuve hará ya… ¡unos cuantos años!
Sirva también esta elección como homenaje a todos aquellos constructores de pequeños automóviles, que, en series más o menos cortas y con unos medios que nada tenían que ver con los de los grandes fabricantes, motorizaron a una buena parte de los españoles de hace tres cuartos de siglo.
El Goggomobil fue el que tomó el relevo de todos aquellos microcoches, cerrando a su vez el capítulo de la construcción de los añorados Biscúter, PTV, Orix y otros muchos, eclipsados finalmente por el omnipresente SEAT 600.

Una aceleración extraordinaria
El Goggomobil, que finalmente se fabricó en Munguía, “llegó tarde”, ya que desde el inicio de las conversaciones para su comercialización en España hasta que aparecieron las primeras unidades transcurrió un tiempo precioso (unos cinco años), suficientes para que el pequeño utilitario quedara ya algo desfasado en el momento de comenzar sus ventas.
Y eso que, de forma resumida, su diseño no era nada banal: el motor constaba de dos cilindros en línea paralelos, situado en posición trasera-transversal, con ciclo de dos tiempos y refrigerado por aire impulsado por turbina. ¡Toma ya!
Además, en cuanto a la carrocería, medía menos de tres metros de largo, su suspensión era independiente, sus asientos reclinables, la rejilla del cambio de velocidades recordaba lejanamente a la de los Ferrari y, precisamente por su motor de dos tiempos, su aceleración era extraordinaria, dejando atrás en la salida de los semáforos a buena parte del resto de turismos de la época.
Toda una serie de características que, sin ser revolucionarias, nos obligan a mirarlo con una gran condescendencia, sin perder de vista que estamos hablando de un coche que apareció en nuestro país allá por 1962.

Mi primer automóvil
Pero, además, ¡qué caramba! Ese fue mi primer automóvil y el que, pese a sus múltiples averías (o precisamente por eso), me permitió adentrarme en el mundo de la mecánica, aprendiendo lo que era aquel extraño encendido Dynastar que lo equipaba o la chaveta que sujetaba las ruedas traseras y que se rompía provocando su desprendimiento en los momentos más inesperados, e incluso cómo engranar la marcha atrás cuando el coche avanzaba hacia adelante.
Por otro lado, cual si de un auténtico automóvil de rally se tratara, llegué a contar con dos juegos de neumáticos (con sus correspondientes llantas) que sustituía en un santiamén, dependiendo de si lo iba a utilizar por ciudad (desarrollo corto y gran aceleración) o por carretera, donde los de flanco más alto alargaban la circunferencia de rodadura y le permitían alcanzar una mayor velocidad punta.
Por cierto, que para albergar estas de mayor diámetro, tuve que recortar a mano, con una sierra para metal, el interior de los pasos de rueda para que no rozasen cuando algún bache se interponía en su camino. Afortunadamente, en aquella época no había que pasar la ITV y los aficionados, más o menos inconscientes, nos permitíamos esta o alguna que otra argucia. ¡Qué tiempos…!

Lo mejor
- Reprís.
- Dirección rápida.
- Cambio muy preciso.
- Sencillez mecánica.
- Asientos abatibles.
Lo peor
- Ausencia de maletero.
- Plazas traseras.
- Ruido a alta velocidad.
- Precio inicial.
- Instrumentación muy escasa.

Valoraciones (de 1 a 10)
- Imagen. 4.
- Acabados. 6.
- Puesto de conducción. 7.
- Habitabilidad. 6.
- Maletero. 1.
- Motor. 6.
- Prestaciones. 7.
- Recuperación. 8.
- Dirección. 7.
- Frenos. 6.
- Estabilidad. 6.
- Consumo. 6.

Ficha técnica: Goggomobil T-350
MOTOR
- Disposición. Trasero transversal – 2 Tiempos.
- Cilindrada. 349 cc.
- Cilindros. 2.
- Diámetro x carrera. 63 x 56 mm.
- Potencia/régimen. 17 CV DIN a 5.000 rpm.
- Par/régimen. 3,3 mkg a 3.900 rpm.
- Alimentación. Carburador Bing – por gravedad.
- Compresión. 6:1.
- Distribución. Lumbreras.
- Combustible. Mezcla gasolina/aceite al 4%.
TRANSMISIÓN
- Tracción. Trasera con diferencial.
- Caja de cambios. 4 velocidades y marcha atrás.
- Embrague. Bidisco en baño de aceite.
- Relaciones de cambio: 1ª 2,5; 2ª 1,333; 3ª 0,87; 4ª 0,615; M.A. 2,188.
CHASIS
- Tipo. Chapa estampada con carrocería autoportante.
- Carrocería. Berlina sedán, 2 puertas, 2+2 plazas.
- Suspensión delantera. Independiente, brazos oscilantes, muelles helicoidales y amortiguadores telescópicos hidráulicos.
- Suspensión trasera. Independiente, semiejes oscilantes, muelles helicoidales y amortiguadores telescópicos hidráulicos.
- Dirección. De cremallera. Relación 16,2:1. Diámetro de giro: 7 m.
- Frenos. Sin asistencia. Hidráulicos de tambor.
CONSUMO REAL
- Ciudad. 7,75 l/100 km.
- Carretera. 5,50 l/100 km.

MEDIDAS
- Longitud/anchura/altura. 2.900/1.280/1.310 mm.
- Vías/dist. entre ejes. 1.090/1.800 mm.
- Peso en vacío. 415 kg.
- Llantas. 3” ancho x 10” diámetro.
- Neumáticos. 4’40 x 10.
- Capacidad del depósito. 25 litros.
PRESTACIONES REALES
- De 0 a 80 km/h. 22 segundos con tres personas.
- Velocidad máxima. 92,3 km/h.
- Relación peso/potencia. 24,4 kg/CV.
Guía del comprador
- Año de presentación. 1962.
- Años de producción. De 1962 a 1966.
- Unidades producidas. 3.000 (6.500 de todos los modelos).
- Cotizaciones. 1.000/6.000 euros
- Dificultad de adquisición*. 5/10.
- Dificultad de conservación. 4/10.
- Mantenimiento específico. Engrase meticuloso y, sobre todo, crucetas cada 2.500 km.
* Mayor puntuación indica más dificultad.
Para saber más
Libros:
- Microcoches españoles. Miguel Pascual. Editorial Benzina.
- Goggomobil Limited Edition. Editorial Brooklands Books Ltd.
Asociaciones:
- Asociación del Goggomobil y Autos Clásicos de Mungia.
- Clássic Motor Club del Bages.
19 de septiembre de 2025. Por Ángel Campos. Imágenes: cortesía del autor.
