Citroën C15: recuerdos de una furgoneta indestructible

Citroën C15 de color blanco

Un post de Pablo García Jiménez (Motor1.com) en LinkedIn me hizo recordar que hace una pequeña eternidad, que diría mi añorado Ignacio Fontes, fui propietario de una Citroën C15. Hablo de mediados de los años 90 y por aquel entonces conducía varios vehículos en la empresa para la que trabajaba desde la no menos popular furgoneta Nissan Trade hasta los entrañables SEAT 131 y SEAT 124, pasando por el Lada Niva y el Alfa Romeo 75–.

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Lo de adquirir una Citroën C15 fue para intentar ganar un sobresueldo. Un amiguete del barrio tenía una C15 combi en color rojo con motor diésel. Y con ella se ganó la vida como mensajero durante un tiempo, destacando siempre lo robusta y versátil que era tanto para el negocio como para el ocio.

Mi Citroën C15 de gasolina era como la de la imagen superior. Se trataba de una versión de carga, con piso plano tras el habitáculo, a la que instalé una banqueta trasera de asientos en un concesionario oficial. Pero como aquel inserto no brindaba mucha seguridad, terminé vendiéndosela a un compraventa del madrileño distrito de Chamberí. Lástima de elección, pues, de haber sido una unidad combi, estoy convencido de que la hubiera disfrutado muchos años.

Principales rivales de la Citroën C15

La Citroën C15 derivaba del utilitario Visa –cuya compra sopesé–. En aquellos años, era habitual que los fabricantes desarrollasen sus vehículos comerciales ligeros partiendo de turismos pertenecientes a segmentos pequeños:

  • FIAT Fiorino. Basada en el FIAT Uno.
  • Ford Courier. Basada en el Ford Fiesta.
  • Opel Combo. Basada en el Opel Corsa.
  • Renault Express. Basada en el Renault Supercinco.
  • SEAT Terra. Basada en el SEAT Panda/Marbella.

De todas ellas, la Renault Express fue la competidora más directa de la Citroën C15. Su diseño era más moderno y estilizado. Y aunque dejó huella en nuestro país –llegó a producirse en España–, no es tan recordada como la C15, cuyos usuarios siempre han destacado su condición de vehículo indestructible y la fiabilidad de sus motorizaciones diésel.

un hombre carga leche en una Citroën C15 de color marrón
Su robustez y fiabilidad lograron que se mantuviera más de dos décadas en el mercado.

Producida en Vigo entre 1984 y 2005

Por cierto: la Citroën C15 también se produjo en España. Concretamente, en la factoría de Vigo entre 1984 y 2005, llegando a superar el millón de unidades –lo cual pone de manifiesto la gran aceptación que tuvo–. En cuanto a su nombre, se debía a su peso máximo autorizado de 1.500 kilos; esas 1,5 toneladas dieron lugar a la denominación C15.

Con motorizaciones de gasolina y diésel cuyas potencias oscilaban entre 55 y 75 CV, nuestra protagonista fue objeto de varias actualizaciones durante su vida comercial y se ofreció en distintos acabados. Entre las adaptaciones que se realizaron, cabe destacar una de seis ruedas con dos ejes posteriores.

cadena de producción de la Citroën C15
En la factoría de Vigo se produjeron 1.181.407 unidades de la Citroën C15.

Y también hubo una variante eléctrica que se puso a la venta en 1989. Solamente se produjeron 402 unidades de esa C15 dotada de un motor que entregaba 10 kW (13 CV). Con una autonomía de hasta 100 kilómetros, su hándicap eran unas baterías que reducían su capacidad de carga y hacían que pesara casi el doble que las versiones con propulsores de combustión.

Dos décadas después del cese de su producción, la Citroën C15 puede presumir de ser uno de los vehículos clásicos más recordados del fabricante francés. Un ejemplo de furgoneta robusta y fiable que continúa prestando servicio a sus afortunados propietarios en el ámbito rural.

1 de octubre de 2025. Por Bernardo Valadés. Fotos: Citroën.