Vicente Clavero (periodista y escritor): “Recuerdo con especial cariño un viaje en coche a la Toscana”

El periodista y escritor Vicente Clavero Martín

Nacido en Málaga en 1958, Vicente Clavero ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional al periodismo. Además, ha sido profesor universitario. Y ahora, una vez jubilado, se entrega a una de sus grandes pasiones: escribir novelas y ensayos. Entre unas y otros, ha compartido un ratito distendido con ‘Mobilitynews’ para hablarnos de los automóviles en los que viajaba de pequeño y de los que ha tenido la oportunidad de conducir, su querida ciudad natal, los proyectos en los que está trabajando…

En tu niñez o adolescencia, ¿cuál era el vehículo familiar? ¿Qué recuerdos tienes de él y de los viajes que hacíais en familia?

Tuvimos varios coches, entre ellos un SEAT 1400 y un Simca 1000. Sobre todo, mis recuerdos son de los desplazamientos a la playa. Vivíamos en Málaga capital y solíamos ir a bañarnos a la Cala del Moral, el Rincón de la Victoria, Torrox o Torre del Mar, todos ellos municipios de la costa este de la provincia.

Mis recuerdos de los viajes no son buenos: de pequeño me mareaba mucho en el coche (aún ahora me ocurre de vez en cuando) y para mí eran un suplicio, compensado luego en parte con los baños y los juegos con mis hermanos. A otras provincias íbamos poco, por no decir nada. No eran tiempos muy boyantes, al menos para mi familia, y había que administrar bien el dinero.

¿A qué edad aprobaste el carné de conducir y cuál fue tu primer coche?

Me saqué el carné muy tarde: con treinta y tres años. Fue después de un viaje de Málaga a Madrid en el coche de mi mujer, un Peugeot 205 rojo, sin aire acondicionado. Era mediados de agosto, hacía un calor importante e íbamos con nuestros dos hijos, ambos pequeños entonces. Ella se indispuso a mitad de camino, creo recordar que pasado Despeñaperros, y no tuvimos más remedio que hacer un alto. Le costó recuperarse y yo me sentí mal por no poder relevarla al volante.

Así que, nada más llegar a Madrid, me apunté en la autoescuela y tres meses después, en noviembre, obtuve el permiso de conducir. Me fogueé con el Peugeot 205 y al poco compramos un Rover 200. Ese fue el segundo coche de la familia y el primero mío.

¿Cuáles han sido los automóviles que has disfrutado más?

Los dos coches con los que más he disfrutado han sido un BMW Serie 3 y mi actual Mazda CX-30. Aparte del equipamiento, el diseño y los acabados, fantásticos en ambos casos, me han parecido coches muy alegres y divertidos de conducir.

De todos los viajes que has realizado en coche, ¿con cuál te quedas por el automóvil utilizado, las personas que te acompañaban o el destino?

Se me viene a la memoria un viaje a la Toscana, a finales de la primera década de los años 2000. Lo hicimos solos, mi mujer y yo, en un Mercedes-Benz Clase E recién comprado de segunda mano, comodísimo, con el que fuimos y volvimos por carretera. Vimos Marsella, Cannes, Mónaco, Génova, Florencia, Pisa, Siena, San Gimignano… Fueron un montón de kilómetros, pero valió la pena. Aún hoy recordamos aquel viaje con mucho cariño.

Resides en la Comunidad de Madrid, pero, ¿Málaga tiene un color o sabor especial? ¿Por qué?

Madrid me ha tratado siempre muy bien, aquí estudié la carrera, he desarrollado casi toda mi trayectoria profesional, conocí a mi mujer, me casé y nacieron mis hijos. Le estoy muy agradecido a Madrid.

Pero Málaga es mi tierra, de donde me siento, la ciudad de la que presumo. Además, desde hace unos años, hay mucho que presumir. Se ha convertido en un polo de atracción cultural muy importante, con el Thyssen, el Pompidou, el Museo Provincial… La construcción del Muelle Uno y la rehabilitación del centro histórico le han dado más vida a lo que hoy es uno de los ejes turísticos fundamentales de Málaga, junto con el paseo marítimo Antonio Banderas. Sin olvidar nuestras playas, muy mejoradas, con su oferta gastronómica tradicional, a base de espetos y pescado frito. En fin, para hablar y no parar…

¿Qué aceptación está teniendo Campus belli. El lado oscuro de la universidad? Considerando que es un libro crítico, ¿cómo ha sido recibido por la comunidad universitaria? ¿Has tenido noticias al respecto?

Campus belli. El lado oscuro de la universidad me está dando muchas alegrías, aunque hay gente a la que, efectivamente, le han sentado mal algunas de las cosas que cuento. Pero la universidad es como es, y yo me centro en su lado más oscuro, más desconocido. Siempre teniendo en cuenta que se trata de una novela, de una obra de ficción; basada, eso sí, en hechos reales. No hay que tomárselo todo al pie de la letra, si bien creo que, en conjunto, ofrece una imagen bastante fiel de una institución de cuya trastienda se sabe muy poco.

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A propósito… En Campus belli da la sensación de que abres un debate: taxi o VTC. ¿Te animas a pronunciarte?

Yo soy partidario de la competencia. Creo que normalmente es buena para el consumidor. Pero, si jugamos a la competencia, las reglas tienen que ser las mismas para todos. No es admisible que los derechos y obligaciones sean distintos para unos y para otros.

Para finalizar, aunque oficialmente esté jubilado, ¿qué está pergeñando Vicente Clavero? ¿Una nueva novela? ¿Un ensayo quizás?

Las dos cosas, en realidad. He terminado un ensayo sobre el asunto en el que me especialicé con motivo de mi doctorado: la proclamación de la Segunda República. Y tengo tres proyectos de ficción en la cabeza; bueno, algo más que en la cabeza… Uno de ellos, una novela negra que me apetece mucho porque es un género que nunca había abordado y en el que me quiero probar. Escribir ha sido mi mayor ocupación en la vida y sigue siéndolo ahora.

15 de febrero de 2025. Por Bernardo Valadés.

Portada del libro Campus Belli de Vicente Clavero
‘Campus belli. El lado oscuro de la universidad’ es la última novela de Vicente Clavero.