En las megatendencias de finales del siglo XX –uno de los grandes éxitos literarios– ya se hablaba de muchas de las cosas que hoy nos resultan cotidianas. Del mismo modo, hoy los sistemas no tripulados como los drones, la inteligencia artificial y la comunicación 5G se perfilan como tendencias tecnológicas que marcarán nuestro día a día al menos hasta la década de 2050.
En la actualidad, emergen temas como el regreso a lo humanitario en la llamada Industria 5.0, y, muy especialmente, la prioridad de lo ecológico. Toda tecnología tiene hoy un doble desafío: contribuir a la conservación de la naturaleza y, al mismo tiempo, controlar su propia huella ecológica. En este contexto, las aeronaves no tripuladas –es decir, los drones– en todas sus categorías representan un claro ejemplo de ello.
Contribuciones ecológicas de los sistemas no tripulados
Uno de los principales aportes de los sistemas no tripulados al cuidado ambiental es su creciente despliegue y aprobación regulatoria en diversos usos. Independientemente del tipo de dispositivo utilizado, comparten una ventaja esencial: los sistemas no tripulados permiten realizar múltiples repeticiones, siguiendo los mismos patrones, de forma rentable. Los drones pueden efectuar el mismo vuelo dos o tres veces al día sobre una reserva natural, siguiendo una ruta, altura y velocidad constantes, ¡y a una fracción del coste de una aeronave tripulada!
Esto convierte a los drones en instrumentos ideales para recolectar grandes series de datos homogéneos, comparables y adecuados para alimentar sistemas de Big Data e inteligencia artificial. Desde el seguimiento de patrones climáticos hasta la creación de gemelos digitales de ciudades, los drones permiten recopilar información con una huella ecológica cientos o miles de veces menor que los métodos tradicionales.
Aplicaciones destacadas de los drones en sostenibilidad
Infraestructura eléctrica
Los drones con vuelos programados y georreferenciación son idóneos para inspeccionar redes de transporte y distribución eléctrica. Detectan invasión del derecho de vía, crecimiento de vegetación, corrosión, desgaste y pérdidas por conectores defectuosos, entre otros. Así, los drones contribuyen a mantener la eficiencia de las redes eléctricas, mejorando la generación y el uso de la energía.
Infraestructura de petróleo y gas
Este sector presenta riesgos ambientales elevados y los drones resultan fundamentales para prevenir incidentes. Con sensores LIDAR, termográficos y magnetómetros, los sobrevuelos permiten detectar fugas, revisar el estado de válvulas y bombas incluso en ductos subterráneos. Además, los drones monitorizan zonas de almacenamiento y refinerías, facilitando el cumplimiento de normativas ambientales con precisión de nivel forense.

Drones como herramientas para la protección del medio ambiente
La protección del medio ambiente es el campo donde los drones pueden hacer su mayor contribución. Entre sus aplicaciones más importantes destacan:
- Levantamiento y mantenimiento de inventarios precisos y continuos de recursos naturales, tanto animales como vegetales.
- Control y soporte para el manejo de cuencas hidrográficas.
- Supervisión de áreas forestales protegidas.
- Prevención de minería ilegal y deforestación.
- Atención de emergencias ambientales.
- Medición de la masa vegetal.
- Identificación de tipos de vegetación.
Respecto a la vegetación, las mediciones multiespectrales se han convertido en una herramienta habitual. Permiten analizar con precisión la masa vegetal a nivel de suelo, medio y copa, algo especialmente útil en mecanismos de compensación como el mercado de Kioto y los bonos de carbono para financiar la conservación.
Con drones de vuelo discreto, es posible realizar seguimientos de manadas de especies animales sin interferir en su hábitat. Estos datos, combinados con otras tecnologías, permiten conocer mejor sus migraciones, costumbres reproductivas y patrones de comportamiento, facilitando su preservación.
Casos destacados incluyen drones planeadores cuyas alas están recubiertas de paneles solares. Estos dispositivos pueden mantenerse en vuelo durante meses sobre la selva del Amazonas, generando información continua de alta relevancia para proteger zonas de difícil acceso. Combinado con tecnologías avanzadas de comunicación, este tipo de solución representa un salto cualitativo en la defensa medioambiental.
Análisis multitemporal: una herramienta poderosa
El análisis multitemporal es, sin duda, una de las herramientas más valiosas que permiten los drones. Gracias a su bajo coste y alta frecuencia de vuelo, se pueden comparar imágenes y datos recogidos en distintos momentos. Esto no sólo es útil en el sector de la construcción, donde ya es habitual, sino que cobra una dimensión crucial a la hora de predecir derrumbes, deslizamientos u otros fenómenos naturales. De este modo, se pueden minimizar riesgos para poblaciones humanas.
Sostenibilidad tecnológica: retos por resolver
Existe otro aspecto importante pero menos conocido: la disposición de los elementos de un sistema no tripulado al término de su vida útil.
La mayoría de los drones recreativos y muchos de los de uso profesional y empresarial se propulsan con baterías. Cada año se lanzan al mercado millones de estos dispositivos, lo que implica una enorme cantidad de baterías que, al finalizar su ciclo de vida, deben gestionarse adecuadamente.
Las baterías de polímero de litio (LiPo), las más comunes en drones, presentan un reto ambiental por su composición química. Si no se reciclan correctamente, pueden provocar incendios o liberar sustancias tóxicas al entorno. Aunque los avances tecnológicos han logrado aumentar su vida útil (de 200 a más de 400 ciclos de carga), el crecimiento del mercado y la rápida obsolescencia de los equipos (que rara vez superan los tres años de uso) agravan el problema.
La eliminación responsable de estos residuos tecnológicos se convierte en una prioridad clave para minimizar el impacto medioambiental de los drones, garantizando así que su uso siga alineado con los principios de sostenibilidad que pretenden promover.
25 de junio de 2025. Por Rafael Padilla C., World UAV Federation (presidente Capítulo Colombia). Fotos: Diana Grytsku / Fanjianhua / Standret (Freepik).

